lunes, 29 de septiembre de 2014

Correr por la montaña.

A veces cuando empiezas a correr no sabes cual va a ser el medio en el cual mejor te vas a sentir más cómodo. La verdad que correr en asfalto o por caminos y senderos, cambia totalmente la manera de disfrutar los minutos que le vayas a dedicar cada día a realizar tú actividad.

Yo empecé como casi todo el mundo en el asfalto, te calzas las zapatillas y sales a la calle dispuesto a devorar esos kms que has pensado que te ayudarán a cumplir alguno de los objetivos marcados. Estos pueden ser muy amplios y hoy no vamos a entrar en ello.

Poco a poco irás aumentando la intensidad, el ritmo, la cadencia, los entrenos, pero llegará ese momento que alguien te invita, aconseja, te recomienda, ¿has probado la montaña?
A partir de ese momento estás perdido, no podrás dejar de pensar en salir por ese medio cada vez que quieres entrenar, te atrapa de tal forma el poder compartir una pasión o actividad en el medio ambiente, rodeado de plantas, olores, animales, agua, ..., que no podrás parar de querer salir a disfrutar.

El punto álgido llegará cuando disputes alguna competición, el ambiente en este tipo de carreras es como más familiar, más cercano,  más de compartir, no estarás ligado a cumplir unos tiempos de paso ya que al variar el terreno constantemente no tienes una fiabilidad lógica de lo que tardas en hacer un km, algunos serán muy rápidos (bajadas) otros se te harán eternos (subidas) pero cuando acabes tendrás esa sensación de libertad qué solo ahí en la montaña se puede conseguir.

Con esto no estoy diciendo que no haya corredores que disfruten en las carreras de asfalto, también conozco muchos, sus metas son muy concretas y no disfrutan quizás del tiempo requerido o no están en un lugar cercano a la montaña para disfrutarla.

Desde aquí te animo a que pruebas el "trailrunning" una experiencia que te enganchará casi con toda seguridad y que no querrás dejar de realizar.

Nos vemos por la montaña.

Salud.
Lorenzo Buitrago.